Amigo de Wen, Mota: manejaba bien la pelota, corría y robó unos cuantos balones. Pero confió demasiado en sus virtudes deportivas y, en el fondo, como último, perdió por lo menos pelotas que terminaron en gol(acá hay que hacer una autocrítica: si viene uno por primera vez, aunque sea Paleta, Cabral o Tula, no se le puede dejar el fondo. Es una irresponsabilidad). Terminó el partido en el arco.
El Negro Quemero: mucha gambeta pero pocas nueces. Si metía la mitad de las pepas que se comió, su equipo ganaba cómodo.
La Vaca Riki: Ya se había dicho en Tirando Paredes que era un jugador de esos que te ganan un partido a puro huevo y corazón, él solo, el resto acompañando(no por nada le decían el uruguayo en el equipo de once donde jugó mas de diez años como central), pero no pudo. No fue su mejor partido.
El Negro Marce: vino pesado y barbudo de las vacaciones y, como bien declaró él mismo, la cabeza le iba más rápido que las piernas. Se comió varios goles hechos.
Matusalem: no jugó su mejor partido pero dejó todo.
Perico: durante el último tiempo había perdido peso y ganado agilidad: estaba mejor que nunca, preciso, llegaba a todas. Pero el último martes se lo vio con la barriga abultada, la respiración entrecortada. Fanático asumido de independiente, declaró: tengo que hacer a un costado la mala vida, todo no se puede. A pesar de la panza, mandamás de cualquier línea de fondo de cualquier equipo de fútbol cinco, o de salón.
El Oso Wen: la vino tinto le queda bien ahora que practica natanción seis de los siete días de la semana. Se lo vio muy activo y participó de varias jugadas de riesgo, en los dos arcos.
El Cirujano: imparable cuando arrancaba del fondo. Jugó e hizo jugar. Menos mal que no tiene buena pegada.
El Chacho: armador natural, le encanta llevarla bajo la suela, tocar de primera. Un romántico. Alguien dijo de hacer una vaquita para comprarle un camiseta nueva: la del flamengo ya fue.
El yankee Nico: volvió a sonreír. Las ultimas semanas había estado algo contrariado, morfón, áspero. Vino con la de Argentina y gritó con ganas todos los goles.
El Bolso de Nico: flaquito de pelo largo, motoquero desfachatado, desprolijo y fumón. Remera de River. Mejoró mucho su rendimiento, clavó varias pepas y sirvió otras. Muy bien.
