jueves, 8 de mayo de 2008

La Flaco


Martes 6 de mayo, 18 grados, campo verde liso.


21:52 y solo hay tres jugadores al costado de la cancha preguntándose que pasara con el resto, paro de trenes¿? tendrá algo que ver el aumento en la bajada de bandera de los taxímetros¿?
No sabemos, pero si tenemos claro que hay que salir unos minutos antes de donde sea que estén los jugadores, por que sino es una falta de respeto al jugador puntual, yo entiendo que dejes colgada una mina 30 minutos, hasta me parece una buena estrategia de cara a lo intimo de la noche, pero no podes hacer esperar a 9 monos en un rectángulo con una numero cinco ni 3o, ni 3 minutos, no es justo, no podes, no debes.
Se escucharon comentarios de los resultados de la libertadores de esa fecha, se veían 11 chicas jugando al handball, se aprobaron todas las canchas, menos de la que nos tocaría por sorteo, los jugadores que van llegando de a poco pasan raudamente al vestuario salteando el pasillo laberinto para ponerse el uniforme, se va armando de a poquito, hay 9 jugadores y acaba de llamar el Tincho Redoni para avisar que esta a una cuadra y llega en 5 minutos, los jugadores comienzan a calentar y un jugador del lugar ve a metros el hueco que deja el jugador ausente y se ofrece descaradamente:
-Amigo puedo jugar???- lanzo la pregunta ya metiéndose al campo.
-No se, creo que estamos- se lavo las manos el Chacho.
-Amigo puedo jugar???-insistió implorando a los ojos de Matusalem.
-No se, preguntale a él, él es el que sabe- Matusalem trata de confundir al extraño señalando al Negro Luna.
- Mira, ahora llega el que falta, si queres corre un rato mientras- el Negro Luna que había escuchado la insistente pregunta del extraño contesto sabiendo que el que faltaba estaba a 10 metros de la cancha.
- Si, no hay problema- el extraño vestido de azul, con zapatillas Topper blancas gastadas en la punta empezó a trotar junto al resto de los jugadores tratando de adivinar cual de todos esos seria el que mejor juega.
Al toque llego el Tincho Redoni. El Negro Luna miro al extraño con culpa, le habia dado esperanzas, falsas.
La pelota al mediocampo y empezó el partido. Por un lado El Tincho y Peyote se plantaron en la defensa, que al principio fue ordenada, mas sueltos El Chacho y la Vascongada y Matusalem en el medio un poco más comprometido con la recuperación del balón.
Por el otro equipo El Vio jugo de central con la ayuda del movedizo Cirujano que después de varias frustraciones y malos partidos tuvo una regular actuación y por primera vez desde que lo veo jugar sumo para el equipo, arriba Rikicow con calzado nuevo se encargo de tirarle con todo al arco contrario que junto con El Negro Quemero se encargaron de convertir la mayoría de los goles para el equipo ganador, un poco mas suelto con la tarea de la creación El Negro Luna se movió por el mediocampo, este en el medio del partido creo una oda a la pelota de fútbol.
El partido se jugó lento y se volvió harto parejo, para el gusto de la gente uno de los mejores partiditos, redondito, con muy buenas jugadas colectivas e individuales, muy buenos goles y de a poco el físico empieza a aparecer y se corre un poco más. A las 22:00 en punto tocaron el pito y el partido terminó, algunos se quedaron con ganas de mas pero se la tuvieron que comer por haber llegado a cualquier hora, el equipo de Rikicow gano solo por 2 goles de diferencia en un partido intenso y bien jugado.
Luego en los vestuarios ya mas relajados y con el vapor de las duchas calientes ninguno de los jugadores pudo dejar de comentar la imagen de una señorita rubia, de jogging crema, remera ajustada de lineas horizontales naranjas, amarillas y beiges, que con pelo atado apenas por una gomita corría en el medio de nueve hombres como un jugador más, la verdad es que no jugaba bien, ni mucho menos, en realidad jugaba pésimo, corría por toda la cancha sin ocupar un lugar en particular y todos destacaron una jugada que explica porque el grueso de las mujeres desconocen de algo que se debe tener para jugar al fútbol, picardía. Un jugador de su equipo llego al fondo de la cancha y tiro el centro, que pego en un defensor contrario lo que produzco un corner lógicamente, que protestaron todos en el mediocampo, menos el delantero que rápido de cerebro coloco la pelota en el triángulo del corner y vio a la señorita que deambulaba por la cancha extrañando el changuito del super, y este le grito una vez, dos veces, tres veces con la intención de que ella en un pique corto se acerque al arco contrario solo para empujarla, nunca se dio cuenta y el jugador no pudo tirar el centro.
Todos opinaron de una posible ducha con ella.
Abrazo de gol.

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